domingo, 29 de marzo de 2015

SI HAY ESPERANZA

Quiero dar un mensaje de esperanza para muchos jóvenes que el día de hoy me escuchan, para personas que quizás se quieren quitar la vida, o para aquellos que se sienten incapaces ante los problemas. Quizás tú como mujer, adulto o joven estás enfrentando problemas y dices “ya no puedo más”. Muchas mentes están heridas y lastimadas por los problemas, sus razonamientos son defectuosos y depresivos; hay desesperanza. Mira que es importantísimo que puedas desarrollar en tu vida una verdadera confianza en Dios. Quisiera tocar y hablar del aspecto divino acerca de este problema del suicidio. Un salmo dice lo siguiente “Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones, por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar.” Es tan importante el soporte y la ayuda de Dios. Debemos aprender a buscar el amparo de Dios en nuestras vidas, somos seres frágiles. En estos días, todos nosotros experimentamos angustias, pasamos por circunstancias en donde la presión es más fuerte de lo que podemos manejar. Entonces, ¿cómo vas a enfrentar esas dificultades? Es necesario que busques ayuda médica o a un consejero si estás teniendo tendencias suicidas. Sin embargo, quiero decirte que esa angustia que sientes te lleva a tensiones insufribles, a ansiedades y desesperaciones dentro de tu alma. Empiezas entonces a tener pensamientos autodestructivos, de amargura, o de tristeza. Es importante que esa tristeza y esa ansiedad las puedas controlar. Cuando nosotros somos débiles podemos buscar a Dios. Yo te puedo dar un ejemplo en mi propia vida: cuando más débil me sentía, más vacío y más deprimido, yo clamé a Dios en mi desesperación. Yo me hice este razonamiento “¿querrá Dios ayudarme y perdonarme?” Y la respuesta de un hombre que me compartía las palabras de este salmo fue: “claro que sí, si usted está dispuesto a cambiar, a abandonar todo aquello que ofende y lastima a Dios y a creer en Jesucristo su hijo que murió por usted en la cruz, usted puede obtener la paz que tanto anhela.” Era como si yo me estuviera quitando la máscara que llevaba puesta en esos momentos. Por que detrás de esa máscara alegre que yo presentaba ante la gente, había un rostro oculto: la tristeza, el vacío, el temor, el miedo, la angustia, la ansiedad constante que destruía mi alma. Y al quitarme la máscara y presentarme tal como soy delante de Dios, yo encontré un alivio y una esperanza que no había encontrado ni en el dinero, ni en mis conocimientos, en mis propios estudios académicos, ni en mis amigos. Pero cuando me di cuenta que Dios es real para nuestras vidas, me di cuenta que él era mi amparo y mi fortaleza. Dejé de ser la persona debilucha de carácter, miedosa, ansiosa, temerosa. Aquellos pensamientos que cruzaban mi cabeza de destrucción desaparecieron y vino una paz que venció el temor. El temor es invencible, es un gigante, es terrible. El sentir que no tienen solución los problemas, el sentir miedo a tu esposo, a tu situación económica, a tu problema de salud o familiar, a las relaciones en el trabajo, es terrible. Quiero decirte que todo ese temor desaparece por completo. Muchos dirán “¿pero cómo es posible esto?”. Bueno, para entenderlo, tienes que conocer a Dios en una forma personal, tienes que darte cuenta que Dios quiere ayudarte y que en él sí hay esperanza verdadera, tal como dice el salmo “no temeremos aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar, aunque bramen y se turben las aguas. Estad quietos y conoced que yo soy Dios.”

Es importante que conozcamos que hay esperanza, que estemos quietos, que podamos entregar esa aflicción y afán a través de una gran y absoluta confianza en las palabras de Dios.


Es esencial que conozcamos que él puede salvarnos y perdonar nuestras culpas que tanto nos atormentan, que el es misericordioso, todopoderoso, el Padre celestial amoroso que quiere salvarte, ayudarte en tu situación en tu vida, que quiere que conozcas sus caminos que son buenos, rectos y de paz. Él quiere que sepas que cuando estás en sufrimiento y dolor, si tú se lo permites, él va a transformar tu vida y vas a entender sus propósitos y su palabra para que puedas conocer que él es el Todopoderoso. Recuerda que él mismo habló de estos días y dijo que eran tiempos muy difíciles, tiempos de guerra, tiempos de hambre, de terremotos e inundaciones, de violencia, de terrorismo, tiempos de ansiedad, de tribulación; pero él es nuestro refugio. Él es a donde podemos correr para encontrar la fortaleza cuando somos débiles. Él es la ayuda permanente y continua en problemas. Conocer a Dios significa el todo de la vida, significa vida verdadera.

domingo, 22 de marzo de 2015

ME QUIERO SUICIDAR




Porque ya no aguantan esa situación que esta viviendo.

Porque ya no aguantan más las exigencias de la vida, que les supera sus capacidades, para seguir adelante.

Porque ya no se quieren ellos mismos, no se aceptan como son, 
Porque se dan por vencidos y no buscan una solucion.

Una solucion seria:

Si necesitas ayuda, ponte en contacto con algún Sacerdote cercano donde vivas o alguien de confianza pidiéndole ayuda.